
Bogajo

Bogajo es un lugar donde la riqueza está en su gente, los horizontes interminables y el infinito escaparate estelar.
También tendrás ruido, por supuesto: El gallo de la mañana, la campana de su iglesia, ovejas y vacas y, según la época del año, alguna motosierra por la Dehesa salmantina a pleno gas.
El municipio cuenta con algunas edificaciones antiguas, como las religiosas, entre los que destacan la Ermita del Santo Cristo, situada a las afueras en dirección sur; y la iglesia parroquial, situada en el extremo este, y que está dedicada a Nuestra Señora del Peral (patrona de la localidad).
El patrón es San Juan Bautista, y en su honor se realizan las fiestas el 24 de junio. Destaca la Plaza, con un ayuntamiento con fachada de cantería y un álamo. Además, en el suelo de la misma hay un encementado verde, en el que se han incrustado unas piedras formando un mosaico con la forma del botón charro, el principal símbolo de Salamanca.
La fundación de Bogajo responde al proceso repoblador llevado a cabo por los reyes leoneses en el siglo XII. La primera vez que se hace referencia a Bogajo en un documento escrito es en La Bula de erección de la Diócesis de Ciudad Rodrigo de Alejandro III, realizada en 1175. Según ésta en el municipio debía situarse el Monasterium de Peraria, en una zona conocida como "la de las torrecillas". Tras la cesión de una serie de localidades situadas en el área de Ciudad Rodrigo a la Orden del Temple por parte del rey Fernando II de León en el siglo XII, Bogajo pasó a pertenecer a dicha orden.
También se habla del pueblo en el Catastro de Ensenada, mediante el cual conocemos aspectos de la vida del lugar en 1752, como el vecindario, la riqueza, el inmueble y semoviente de cada familia, así como los hacendados, forasteros, mayorazgos y propiedades del común; o arbitrios, quehaceres y oficios existentes: labradores, servidores, molineros, vaqueros y pastor. Durante la Guerra de la Independencia las tropas francesas saquearon la localidad y ejecutaron a varios vecinos en represalia de un ataque español a un campamento de las tropas galas.
Con la división territorial de España de 1833 en la que se crean las actuales provincias, Bogajo queda encuadrado dentro de la Región Leonesa, formada por las provincias de León, Zamora y Salamanca, de carácter meramente clasificatorio, sin operatividad administrativa, que a grandes rasgos vendría a recoger la antigua demarcación del Reino de León (sin Galicia ni Asturias ni Extremadura), pasando a formar parte del partido judicial de Vitigudino en 1844. En 1887 se abrió la Línea La Fuente de San Esteban-Barca de Alba, que uniría Salamanca con Oporto, gracias a la cual Bogajo pasó a tener servicios ferroviarios durante casi un siglo hasta su cierre en 1985.

